La iglesia

Puesta bajo la advocación del evangelista San Marcos, esta iglesia, que se eleva 14 metros en su conjunto y alcanza los 20 en la torre, fue construida en sillería de granito entre los siglos XVI y XVIII sobre las ruinas del antiguo castillo que guardaba el paso fronterizo.

Su planta es rectangular con el presbiterio orientado hacia el Este. La tradición en la época de su construcción era que los actos religiosos se oficiaran mirando hacia Jerusalén, de ahí que la mayor parte de las iglesias y catedrales antiguas muestren orientación Este-Oeste. Esa era la función del altar original pegado al retablo mayor. Tras el concilio Vaticano II se dictaron nuevas normas y este uso se perdió.

En ella se pueden observar distintos estilos arquitectónicos correspondientes a las diferentes épocas de su construcción:

• El ábside ó capilla mayor, con bóveda estrellada con un total de 21 nodos, al estilo de la catedral de Ciudad Rodrigo, presenta arcos apuntados de estilo gótico y cuatro contrafuertes exteriores. Data del siglo XVI y fue iniciada por el arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón y finalizada por Francisco Rodríguez, que siguió los modelos arquitectónicos de San Esteban y Sancti Spíritus de Salamanca.

• La nave presenta bóveda de cañón y lunetas con arcos de medio punto de estilo clásico.

• En cuanto a la torre, finalizada a mediados del siglo XVIII, es de base cuadrada de inspiración neoclásica, y con ventanas de arcos de medio punto en el campanario.

• La techumbre es de mampostería de granito con forma piramidal en la torre y en el resto de teja roja del país de la forma tradicional.

San Sebastián

San Gregorio Magno

La decoración interior es sobria, si exceptuamos los tres magníficos retablos, barrocos del siglo XVIII. El retablo mayor es churrigueresco, conteniendo cuatro columnas salomónicas flanqueando la estatua de San Marcos Evangelista, patrono del pueblo. Contiene tallas de San Gregorio Magno en la parte superior, papa que gobernó la Iglesia entre los años 590 y 602, San Pedro y San Pablo, a ambos lados de la de San Marcos, todas ellas del siglo XVII y dos tablas del siglo XV, representando a la Inmaculada y la Anunciación.

Las dos capillas laterales cuentan con dos retablos más pequeños pero también espectaculares: el izquierdo, el de la Virgen de la Paz, data del siglo XVII, mientras que el derecho, del Santo Cristo, es de mediados del siglo XVIII. La iglesia cuenta además con otras tallas de los siglos XVI al XVIII. Entre estas se encuentran tallas de San José, San Antonio, San Blas y San Sebastián.

La veleta de la cúspide de la torre es llamativa porque muestra la silueta de un toro en lugar del clásico gallo, una expresión de que estamos en tierra de toros.