Camino viejo de Duero
Camino nuevo de Duero
Camino viejo de Duero |
Camino nuevo de Duero |
Es este un camino muy placentero y agradable, especialmente por sus espectaculares vistas durante el recorrido. El camino propiamente dicho empieza a unos dos kilómetros del pueblo por la carretera hacia Vega Terrón. Poco antes de llegar se encuentra el caño de los Eriales, en una desviación a la izquierda. Proporciona un agua muy fresca y muy buena, incluso en verano, en que el chorro es muy débil e irregular, por lo que hay que esperar bastante tiempo hasta obtener una cierta cantidad de agua.
Ya metidos en el camino, éste discurre sin novedad hasta llegar a una desviación a la derecha bastante empinada. Esta incorporación es parte del antiguo camino de Duero. Entrando por él se pueden ahorrar algunos cientos de metros, aunque es más estrecho y con una pendiente importante en su enlace con el camino que nos ocupa. Antiguamente el camino de Duero era más estrecho e irregular y con mayores pendientes, sin embargo se ha adaptado para el paso de vehículos con un nuevo trazado hasta la misma margen del Duero. El nuevo camino aumenta el recorrido en algo menos de dos kilómetros. Poco más allá, y después de pasar por un camino particular, se encuentra una desviación que puede servir de atajo para acortar camino. A partir de aquí se separa el camino nuevo, a la izquierda, y el viejo, a la derecha. En el camino viejo se halla la fuente de la Maílla en un lateral del mismo, y su correspondiente caño, el «Caño Duero», unos metros más abajo en el mismo camino. También es conocido como el Cañito Duero por su pequeño tamaño. La parte más larga es de construcción más reciente. |
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Fuente de la Mailla Caño Duero |
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Pasado el caño el camino tuerce hacia la izquierda para enfilar la dirección del país portugués, y se descuelga al llegar al barranco en forma de varios arrasayos con una serie de curvas muy cerradas. Al poco llegamos al cauce, seco en verano, del llamado «Arroyo de las Moras», que va a desembocar al Duero. Poco antes de alcanzarlo enlaza el final del atajo que viene de más arriba. Tras un recodo del camino desde donde se divisa una impresionante vista del Duero con las montañas de Portugal al fondo, el camino tuerce bruscamente hacia el este en dirección a la Rivera de Froya. Allí se produce otro recodo desde el que puede verse el abrupto valle que forma antes de ir a verter al Duero. |
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Segmento del cauce del arroyo de las Moras. El camino pasa por la parte superior de la imagen |
Vista de los montes portugueses |
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En este cerrado recodo del camino, en el paraje denominado Mafeito, palabra de origen portugués que viene a significar 'mal hecho', se ha construido un mirador compuesto por un cobertizo con varios bancos y una plataforma que avanza sobre el abismo para la contemplación del impresionante panorama. |
Mirador de Mafeito
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El valle del Froya cerca de su desembocadura en el Duero (arriba) Composición de tres vistas del río Duero (abajo). En la tercera se divisa la desembocadura del Froya hacia el centro de la imagen |
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Al llegar al final del camino hay una explanada lo bastante grande para que un coche pueda dar la vuelta. Al final de esta explanada, entre los matorrales, brota un pequeño manantial conocido como la «fuente el Cano». A la izquierda se puede encontrar un pasaje estrecho que lleva hasta un pequeño cañal rocoso que da salida al río. Es un lugar especial para la contemplación de las raras cigüeñas negras, que recorren el valle del Duero principalmente por la mañana hasta algunas horas después del mediodía. |